Hoy quiero aprovechar este post para presentarme y para introducir lo que puede ser la temática de algunos de mis artículos.
Mi nombre es Kiko, tengo 28 años y soy de un pequeño pueblo de Galicia llamado Corcubión aunque mi residencia habitual es Santiago, ciudad en la que repetiré experiencia entrenando un equipo cadete de Liga Local. Sirva esto para que os podáis hacer una idea de quien está al otro lado y avanzaros la temática de la que podrán tratar algunos de los artículos, distintas experiencias en torno a este equipo o el fútbol base en general.
Hoy quiero hablaros de los padres, para muchos el gran problema del fútbol base. Yo no quiero ser tan extremista pero sí que comparto la idea de que muchos de los problemas nacen ahí. Sin entrar de lleno en ese tema que daría para tratar aspectos de lo más variado quiero compartir una situación a la que quizá os podréis tener que enfrentar en las próximas fechas bien enfocándolo como “padre” o teniéndolo que enfocar como entrenador.
Principios del mes de Agosto…el comienzo de la temporada cada vez más cerca y los equipos empiezan a entrenar. Saltándome la pregunta ¿en qué equipo quiero que juegue mi hijo? sobre la que también podría ser interesante reflexionar quiero plantear otras de carácter general como serían ¿con cuánto tiempo de antelación empezaran los equipos a entrenar? ¿ Están todos los integrantes disponibles o les puede ser complicada la asistencia? ¿Hasta qué punto la asistencia es obligatoria? Son estas algunas de las preguntas que se me ocurrirían como entrenador o directo de futbol base. La respuesta claro está dependería de la categoría (edad de los niños) o división principalmente pudiendo tener en cuenta también otros aspectos.
¿A dónde quiero llegar? ¿Por qué el relacionar esto con los padres? Porque en el mes de Agosto nos podemos encontrar con que muchos están de vacaciones (imaginemos fuera del lugar de residencia habitual) y nos encontramos con que algunos de ellos pongan problemas a la hora de poder llevar a sus hijos o simplemente nos encontremos con que un número de niños no se presentan hasta el comienzo del curso escolar.
¿ Cómo actuar? Partiendo de que cada caso y cada club es diferente, no seré yo el que diga cómo debe actuar cada uno pero mi consejo es que impere el sentido común desde el principio de temporada. Es una situación que es fácil de prever y “hablando se entiende la gente” sino se corre el riesgo de provocar diferencias y/o crear problemas desde el primer momento. Los padres deben entender que quizá deban sacrificarse y de no hacerlo deberán comprender que no podrán empezar la temporada con exigencias del tipo “mi hijo es suplente” o “el equipo pierde”.
Personalmente soy partidario de realizar una reunión a principio de temporada con los padres y este creo que si fuera sería uno de los aspectos interesantes a tratar, el sentarse con ellos y valorar si algún niño tendría problemas para asistir a esos primeros entrenamientos. En caso afirmativo y si el numero es importante se podría pactar con ellos el número de entrenamientos semanales o los días más apropiados.
Así pues demos la bienvenida a una temporada más recordando tanto entrenadores como padres que el principal motivo por el que juegan y empiezan a jugar los más jóvenes es para divertirse.
Fuente:. El Travesser
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