1. La falta en los clubes de una cultura de fútbol
base-educativo. Que sepamos ningún club
trabaja a favor de la violencia, pero en general salvo escasas excepciones no
se aborda el aspecto educativo como un elemento que forme parte de la identidad
de los clubes y sus escuelas
2. Objetivo: Ganar, ganar y ganar. Por lo general se
persigue el resultado y la victoria por encima de cualquier otro tipo de
objetivo formativo
3.
En la mayoría de los casos de fútbol base existe una ausencia de
titulación y formación adecuada. La
titulación adecuada según el marco legal, que regula en este caso la
Consellería de Educación
4. Influencia de los Padres. Curiosamente los
padres que, por un lado son imprescin-dibles para facilitar la práctica
deportiva de sus hijos, (transporte, organización fin de semana…) son uno de
las principales causas de los episodios violentos
5. Habrá que actuar en varios frentes, tanto con los entrenadores, jugadores, padres pero es necesario
empezar por los directivos
IDENTIFICACION DE LAS CAUSAS DE LA
VIOLENCIA EN EL FUTBOL ESCOLAR
1. La falta en los clubes
de una cultura de fútbol base-educativo. Que sepamos ningún club
trabaja a favor de la violencia, pero en general salvo escasas excepciones no
se aborda el aspecto educativo como un elemento que forme parte de la identidad
de los clubes y sus escuelas. En la gestión de los actos violentos:
• Ni
se toman medidas cuando ocurren actos violentos. En los casos que muy
graves o escandalosos si se suelen tomar alguna medida pero en los casos
menores de violencia física o verbal (digamos cuando la sangre no llega al río)
sencillamente no se hace nada. Se admite que “El fútbol es así”, y se llegan a
ver esto como normal.
• Ni
se trabaja por lo general para prevenir que estos no ocurran. En cambio en
algún caso que si que hemos visto en el que se llevan a cabo programas de
prevención como luego explicaremos las diferencias son notables.
2. Objetivo: Ganar, ganar
y ganar. Por lo general se persigue el resultado y la victoria por
encima de cualquier otro tipo de objetivo formativo. En muchos casos se le da a
algunos partidos una excesiva trascendencia en ganar “como sea” por la
clasificación final, por derrotar y “machacar” a un determinado equipo rival,
etc… Esta competitividad mal entendida es, una causa más, de la agresividad y
de la violencia que se genera y que normalmente no nace de los jugadores.
Continuando con los estudios obtenidos “la grada (a través de los padres sobre
todo) y los entrenadores son los causantes de más del 50% de la agresividad y
violencia en el deporte base”. Motivado por esa obsesión por ganar hacen que
algunos padres y entrenadores olviden la vertiente lúdica y formativa del
deporte y se comporten de forma poco didáctica convirtiendo lo que tenía que
ser un agradable experiencia para el niño en un lamentable espectáculo.
3. En la mayoría de los
casos de fútbol base existe una ausencia de titulación y formación
adecuada. La titulación adecuada
según el marco legal, que regula en este caso la Consellería de Educación,
garantiza una formación mínima que consideramos imprescindible como ya ocurre
con el resto de las 25 modalidades deportivas que se desarrollan en las
Instalaciones Deportivas Municipales o programas de la FDM. En el caso de los
clubes de la ciudad calculamos que entre el 70 y 80% no tienen titulación
alguna. Esto no deja de ser paradójico para nosotros tratándose del deporte rey
y que a mucha distancia de cualquier otro. Además otro de los factores de
episodios violentos es la ausencia de formación de los entrenadores pues donde no
llega su formación técnica trata de suplirlo con estrategias de fuerza y de
tipo autoritario, además en muchos casos de un desconocimiento de las reglas de
juego.
4. Influencia de los
Padres. Curiosamente los padres que, por un lado son imprescin-dibles
para facilitar la práctica deportiva de sus hijos, (transporte, organización
fin de semana…) son uno de las principales causas de los episodios violentos.
Cualquier padre te dirá que quiere lo mejor para su hijo en todos los aspectos
de la vida y en el deporte también, pero con más frecuencia que la deseada la
ansiedad asociada a ese deseo les lleva a manifestar conductas que pueden tener
una influencia negativa en el proceso formativo inherente a la práctica
deportiva de sus hijos y amparados en el anonimato de la grada pierden la
cordura, la educación y el sentido de la responsabilidad.
5. Habrá que actuar en
varios frentes, tanto con los
entrenadores, jugadores, padres pero es necesario empezar por los directivos.
Los directivos son los responsables de marcar la estrategia y de planificar el
futuro de cada entidad y por otro lado la FDM es la responsable de garantizar
que en las instalaciones se lleve a cabo un deporte educativo y
saludable. Por lo tanto, es necesario trabajar conjuntamente. Casi con toda
seguridad ninguno de estos 5000 llegará a jugar en 1ª o 2ª división, llegarán a
Juveniles o Amater y se lo dejaran por los estudios, trabajos etc… y la
experiencia del futbol en el club deportivo les debe de haber servido para completar
su formación deportiva y humana tendiendo un buen recuerdo de ello. La juventud
es una etapa difícil. Los jóvenes están conformando su personalidad y el futbol
(que es una actividad que viven con pasión) les puede ayudar mucho, pues bien
llevado tiene unos valores de esfuerzo, disciplina, compañerismo, trabajo en
equipo, respeto. Pero por otro lado mal llevado puede ser un foco de
agresividad, individualismo mala educación etc.
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