Ha creado un modelo de entrenamiento para el deporte en equipo que es pieza clave en el desarrollo del ‘estilo Barça’
“El objetivo de la EF es educar y el del deporte es ganar. Son objetivos diferentes y el proceso de formación ha de ser difernetes”
No se trata de correr más, sino de correr mejor que el rival”. “Al fútbol juega el que tiene el balón, el que no lo tiene, corre”. Estas frases podrían llevar la firma de Cruyff, Rexach o Guardiola pero son de Paco Seirul·lo. No es extraño. Desde 1978 en el Barça, desde 1994 al frente del primer equipo, es el responsable de que el rondo siempre tenga la gasolina necesaria para competir con garantías. Él ha desarrollado el modelo de entrenamiento del Barça en el que se trabajan a la vez los aspectos físicos, técnicos y tácticos con el balón como protagonista.
Seirul·lo participa en el clínic que organiza en Lanzarote su amigo y alumno aventajado Valero Rivera, al que en los años noventa ayudó a diseñar el gran equipo que reinó en el balonmano europeo. Si aquellos títulos no se explican sin él, los éxitos del fútbol barcelonista de los últimos quince años, y en especial los del `Pep Team, tampoco se entienden sin su trabajo discreto y constante, aplicando la ciencia al deporte más intuitivo e imprevisible que pueda existir. En el Clínic, Seirul·lo no se refiere al modelo específico que se aplica en el Barça “sino a uno más general que pueda ser aplicado a más equipos”. Uno de los motivos es que “no todas las plantillas disponen de unos futbolistas de la calidad técnica que tiene la del Barça”.
También, porque la planificación del trabajo de una pretemporada y una temporada “Ya no se plantea, como hace quince años, como una sobrecarga de entrenamientos físicos durante una semana para `llenar el depósito¿ sino que depende de muchas variables específicas de cada vestuario. El primero, la cantidad y la calidad de los jugadores, el concepto de juego que quieres aplicar; el número y la intensidad de las competiciones en las que participas; el calendario competitivo… No se puede hacer una planificación contra la fisiología humana”.
Explica Seirul·lo que a partir de estos principios básicos “se desarrolla un plan general. Otra cuestión son los condicionantes del día a día que te llevan a otra planificación como mucho a dos semanas vista”. Son los ya famosos `microciclos. Un ejemplo claro sería la temporada que arrancará el 18 de julio, y que tiene en común con la 2009-10, la de las seis copas, que el Barça deberá afrontar varios picos competitivos inusuales, como la Supercopa de Europa frente al Real Madrid en agosto o el Mundial de Clubs en diciembre. “Sí se trata de campañas parecidas a nivel de planificación general, pero con modificaciones casi semanales, pequeños matices en cosas puntuales que estudiamos según se desarrolla la competición”.
Respecto a la pasada campaña, hay un factor positivo, el grueso de la plantilla habrá disfrutado de unas largas vacaciones. Por contra, algunos futbolistas clave, como Messi, Mascherano o Alves, compiten en la Copa América. “Habrá que ver cómo regresan, hay que respetar el periodo de descanso y trabajar específicamente para su puesta a punto”.
La ventaja es que el modelo Barça incluye la maduración en La Masia del núcleo duro de la plantilla y del cuerpo técnico. Para Guardiola, Vilanova, Xavi o Messi hay conceptos que forman parte de su `ADN futbolístico. Mantener los mecanismos de decisión siempre activos mientras se trabaja el juego de posición, la preparación física competitiva sin riesgo…
“Es evidente que a través de la continuidad se establecen unas relaciones dentro y fuera del campo entre técnicos y jugadores”, explica. “La filosofía deportiva base, la ideología futbolística es compartida y eso no solo permite que se pueda aplicar mejor una idea de trabajo. También ayuda a superar momentos difíciles, de lesiones, enfermedades o resultados adversos”. Ni un nombre, ni una alusión directa, pero una declaración de valores en toda regla. Puro estilo Barça.
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