- José Luaces e Imanol de la Sota llegan a Lezama desde Tercera, pero han estado siempre trabajando con las categorías inferiores
Dentro del nuevo organigrama de entrenadores para Lezama que ha diseñado José Mari Amorrortu destacan dos rostros que, en principio pueden resultar poco conocidos para el gran público, pero son técnicos que atesoran una larga trayectoria trabajando con el fútbol base en Bizkaia. José Luaces e Imanol de la Sota llegan desde sendos equipos de Tercera División, el Bermeo y la Cultural de Durango, respectivamente, para hacerse cargo del Basconia, el primero, y del Athletic juvenil, el segundo, aunque en ambos casos sus más de dos décadas en los banquillos han estado orientadas casi en su totalidad a las categorías inferiores.
José Luaces, de 43 años y natural de Busturia, forma parte de una familia muy futbolera, ya que fueron hasta cinco hermanos los que llegaron a pisar los campos de juego. Hermano del actual técnico del Gernika, Jabi Luaces, tuvo una corta carrera como jugador. Probó suerte en el fútbol gallego, en el Vista Alegre, un equipo que luego se convirtió en filial del Compostela. Pero una grave lesión de ligamentos cortó su progresión y tras regresar a casa y tratar de volver a los campos con el Arratia se vio obligado a colgar las botas con solo 19 años.
En ese momento, comenzó su etapa como entrenador, faceta en la que lleva ya más de 20 años, con distintos éxitos en forma de ascensos. En el Gernika pasó por todas las categorías inferiores, desde benjamines hasta el filial de Regional Preferente.
La pasada campaña, tras el cese de Nando Alonso como técnico del Bermeo, se hizo cargo del equipo junto a Gartzen Telletxea en una difícil situación. Y tras salvar los muebles hace un año, en esta última temporada, ya en solitario en el banquillo, Luaces ha conseguido que el club costero se haga con la permanencia con holgura.
El caso de Imanol de la Sota es bastante similar. Nacido en Santurtzi hace 40 años pero afincado en Iurreta hace unos cuantos, jugó al fútbol hasta juveniles en el club morado. Pero ya por entonces le picaba el gusanillo de entrenar y dejó la práctica activa para empezar a trabajar en las distintas categorías inferiores del club de su pueblo natal y posteriormente del Barakaldo.
Después estuvo en el Plan Dena que diseño el Athletic para mejorar la labor de captación de talentos en las distintas zonas geográficas y luego saltó a la cantera de la Cultural de Durango, a cuyo equipo juvenil ascendió a División de Honor.
Tras una breve etapa de un año como segundo entrenador del Iurretako en Regional, fue nombrado en 2013 técnico del primer equipo de la Cultural. Y en estas dos últimas campañas ha realizado un gran trabajo con un joven grupo de jugadores, culminado con su presencia en el playoff de ascenso
Fuente:. Mundo Deportivo
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