Una parte muy importante de los niños que abandonan el deporte en
la edad escolar lo hacen por cuestiones relacionadas, directa o indirectamente,
con las actividades extra-escolares o con los estudios.
El hecho de tener que compaginar los estudios, el aprendizaje
musical, la pintura, los idiomas, el juego... con el deporte, supone un
agotador esfuerzo que muchos niños no pueden o no quieren soportar.
Por eso, las personas que rodean al joven deportista han de tener
presente que el deporte, aun siendo una actividad muy beneficiosa para el desarrollo
físico y psicológico del niño/a, no garantiza un futuro laboral, por lo que se ha
de saber compaginar convenientemente la actividad deportiva con la académica.
Sin duda, los estudios ayudan a que el deportista tenga más y
mejores recursos para poder enfrentarse a las diferentes situaciones que le
plantea el deporte (tener una buena imagen, relacionarse socialmente,
compenetrarse con los compañeros, entender los esquemas y planteamientos del
entrenador, relacionarse con la prensa, etc.); favorecen el desarrollo de una
personalidad más fuerte psicológicamente (al tener más recursos hay una mayor
autoestima); y ofrecen una mayor preparación para que, al abandonar la práctica
deportiva o al compaginarla con otras actividades, el joven deportista pueda disfrutar
de un mejor futuro laboral.
Además, hay que ser conscientes de que el deportista se retira
siendo aún muy joven (competencia, salud, edad, agotamiento, lesiones...) y,
lamentablemente, sólo unos pocos pueden vivir de las ganancias obtenidas con el
desempeño de su actividad deportiva.
Por eso, es necesario que los padres ayuden al niño/a a armonizar
de la mejor manera posible el deporte y el estudio, explicando la importancia
que el estudio tiene en el deporte y favoreciendo el hecho de que su hijo/a
pueda compaginar ambas actividades favorablemente a sus intereses.
¿Cómo podemos ayudar a nuestro hijo/a a compaginar adecuadamente
ambas actividades? Organizando bien el tiempo de que dispone y aprovechando de
forma adecuada los momentos de estudio.
Organizar bien el tiempo.- El deportista que debe compaginar los estudios
con su actividad deportiva dispone, habitualmente, de un tiempo limitado para
cumplir con sus obligaciones.
Por eso, es aconsejable que establezca de antemano un horario
donde se den cabida a las actividades académicas, al estudio, al ocio, al
deporte y, no lo olvidemos, también al descanso. Es bueno, por tanto, que el niño/a
organice el tiempo de que dispone de tal forma que pueda “llegar a todo”, y es tarea de los padres ayudarle a confeccionar
un horario donde tenga asignadas unas horas para el estudio, otras para salir
con los amigos, escuchar música, ver la televisión, leer... y, finalmente,
otras para dedicarlas a la práctica de su deporte favorito.
Aprovechar adecuadamente los momentos de estudio.- Si los jóvenes
deportistas son capaces de aprovechar al máximo las horas dedicadas a sus
actividades académicas, podrán disponer de más tiempo para dedicarlo a la
práctica deportiva, al descanso o al ocio.
No se trata de “meter” más horas, sino de una mejor
calidad en el período de estudio.
Se puede estudiar de muchas maneras pero lo ideal es que en el
resultado se refleje el tiempo dedicado. Para ello, es necesario utilizar
técnicas de estudio adecuadas, estrategias eficaces para mejorar el
rendimiento, es decir, hay que saber estudiar.
Un estudiante que sepa utilizar adecuadamente las técnicas de
estudio más apropiadas para él, rendirá más académicamente y será capaz de
aprenderse una lección en menos tiempo.
Por eso, explica al niño/a que hay que aprovechar al máximo las
explicaciones de los profesores en clase, que hay que prestar mucha atención y
evitar las distracciones a la hora de estudiar.
No olvides que para ser un
padre o una madre verdaderamente “DE PRIMERA” has
de concienciarte de que:
Poder estudiar tiene que ver con las aptitudes, es decir,
con la capacidad intelectual, los hábitos de estudio y las condiciones
personales y familiares; querer estudiar significa tener una
actitud adecuada hacia el estudio;
Saber estudiar significa un buen empleo de técnicas de
estudio que favorezcan el aprendizaje.
Hay personas que abren un libro por cualquier página y con una
simple mirada asimilan el concepto principal o los contenidos de la materia,
pero de estas personas hay pocas. Lo normal es que debamos dedicar cierto
tiempo para entender y asimilar los contenidos de esa lectura.
Por ello, muestra interés por los estudios de tus hijos desde el
comienzo del curso, pregunta cómo les va, qué problemas tienen, comprueba si
realizan diariamente las tareas en casa y, sobre todo, explícales la importancia
de compaginar los estudios con el deporte.
Es muy importante que participes en las actividades escolares de
tus hijos y que hables con los profesores sobre la marcha de sus estudios,
seguramente ellos te podrán asesorar sobre las pautas que hay que seguir para
armonizar la actividad académica y la práctica deportiva.
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