sábado, 28 de enero de 2017

Los secretos del ‘Profe’

 

 
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En el fútbol pocas cosas suceden por casualidad. El azar, lógicamente, existe, pero se puede reducir su impacto en el juego mediante el trabajo. Esa es, al menos, la teoría que defiende Óscar Ortega, preparador físico del Atlético y pilar básico en el equipo de Simeone. El preparador uruguayo insiste en que no está en posesión de la verdad absoluta y que él se limita a poner en práctica conocimientos que ha ido adquiriendo durante décadas al pie del cañón. El ‘Profe’, como se le conoce en el vestuario, trata de no dejar nada a la improvisación y de planificar cada detalle a través de su método de trabajo. Los resultados están demostrando que está en el camino correcto. La semana pasada, en una charla con alumnos que se preparan para ser entrenadores de fútbol en la escuela ACADEF, desveló algunos de sus secretos.
Pretemporada innegociable
La pretemporada no se discute. Es básica e innegociable. Y dentro de ella, es clave el periodo de introducción. “Yo no voy a una pretemporada si no hay unos días de introducción [periodo en el que se prepara a los jugadores para intensidades de trabajo posteriores]”. Así de contundente es Ortega cuando explica la trascendencia de una buena preparación previa al curso.
Esos días sirven para que los futbolistas llenen los tanques de gasolina para toda la campaña y para que los preparadores se hagan con un material imprescindible para los meses venideros. Referencias sobre la capacidad física de los futbolistas, valores máximos, valores mínimos… Todo se controla en el Atlético.
Cada jugador es distinto y tiene unas capacidades, con lo que se le puede llevar hasta un punto en el trabajo para que su rendimiento sea óptimo. El ‘Profe’ Ortega y Carlos Menéndez, su mano derecha, se encargan de averiguar dónde están los límites y planificar así las cargas de trabajo para cada jugador. El objetivo es la individualización máxima del trabajo. Cada futbolista tiene su rol y sus características y debe potenciar unos aspectos de su juego. Todo esto, claro está, enmarcado dentro del estilo de juego de Simeone, piedra angular alrededor de la que gira toda la preparación: “Todo el cuerpo técnico trabaja para potenciar una forma de juego, que es la del Cholo”.
La temporalización, clave
Para llevar a cabo los estudios pertinentes y poder personalizar el trabajo a cada jugador, es básico tener en cuenta el calendario, que permite conocer en qué momentos va a ser mayor la exigencia y en cuáles se puede disminuir la carga. Esa es la primera referencia en la planificación.
Una vez conocido el calendario y establecidos los objetivos, se procede a la temporalización de la campaña. Cada semana de entrenamiento en el Atlético es distinta a la anterior. Nunca hay dos iguales. El famoso “partido a partido” de Simeone llevado al plano de la preparación física.
Así, se planifican las sesiones centradas en los objetivos, que, cierto es, pueden ir variando a lo largo del curso: “Nosotros nos preparamos para ganar la Supercopa, entrar directos en Champions y alcanzar los octavos en Europa. Luego puede suceder que aspires a más, como la temporada pasada, pero créanme cuando les digo que solo fuimos conscientes de que podíamos ganar la Liga a partir de febrero o marzo, no antes”, explica El ‘Profe’.
ÓSCAR ORTEGA
“No tengo la verdad absoluta, pero es nuestro método y, de momento, funciona”
Integrado Mixto
Ortega, ya metido de lleno en el meollo de un curso, es fiel a una metodología de trabajo denominada Entrenamiento Integrado Mixto: “No tengo la verdad absoluta, pero es nuestro modo de trabajar y, de momento, nos funciona”.
En este sentido, los preparadores explican que no se puede trabajar solo el físico o solo con balón, sino que hay que combinar lo físico, lo técnico y las situaciones de juego, en las que los jugadores repliquen en un ensayo posibles momentos de un partido. En estas situaciones, en las que siempre debe haber oposición pero no siempre es necesario el balón, los preparadores conocen el nivel de intensidad de la sesión.
Las fugas
Los datos que arroja la telemetría durante un ensayo, además, permiten saber si hay ‘fugas’, es decir, si algún jugador no está trabajando con la intensidad que debería: “No queremos saber si alguien se está escaqueando, sino estar pendientes de si la carga es la correcta o nos hemos equivocado. Así, sabemos si hay que compensar el trabajo de algún futbolista”.
El ‘Profe’ pone un ejemplo: “Cuando trabajas seis contra seis, puedes pensar que los 12 están en sus niveles, pero luego ves que uno ha estado por debajo por cansancio, otro por una molestia… Son fugas en las cargas de trabajo, que no tienen por qué ser voluntarias. Por eso hay que complementar con cargas ortodoxas”.
Valores importantes
Ortega no miente y trata de ser claro. Su metodología es compleja y no es necesariamente la buena, pero es la suya: “Sería lindo decir que entrenamos siempre con balón, pero no es así. Las cargas ortodoxas son trascendentales en nuestro método, ya que consideramos claves los niveles de potencia aeróbica y somos conscientes de que, por nuestra forma de jugar, la velocidad aeróbica máxima del futbolista debemos tenerla muy bien delineada, con los umbrales muy bien colocados”.
El ‘Profe’, por ahí, da mucho valor a cuatro características de los entrenamientos: duración, intensidad, complejidad y densidad (relación entre trabajo y descanso). Así, planifica una sesión teniendo en cuenta que a mayor intensidad, por ejemplo, la complejidad debe disminuir. De este modo se consigue que el nivel de atención de los futbolistas esté acorde con la carga de trabajo. En el equilibrio entre todos estos factores está el secreto.
En función del protagonista
Otra de las claves del método de trabajo físico del Atlético es conocer a fondo lo que tienen en el vestuario, de lo que son capaces y lo que se les va a exigir desde el banquillo. Así, de nada sirve que un jugador pueda llegar a un valor en un aspecto físico si no es capaz de sostenerlo: “Que tu equipo haga 200 kilómetros no te garantiza ganar, como tampoco hacer 300 pases correctos. Hay que saber encontrar el equilibrio. A nivel físico es igual que a nivel táctico o técnico. Un entrenador no puede imponer un sistema en un grupo que no tiene cualidades para llevarlo a cabo. Físicamente, tampoco podemos hacerlo”.
Mucho más que físico
Pero si uno ha visto alguna vez trabajar al ‘Profe’ y su equipo, pronto se da cuenta de que no todo es físico, que también hay motivación. El preparador está muy encima de sus futbolistas. Y es que en un entrenamiento del Atlético hay una serie de conceptos que nunca deben pasarse por alto y que van más allá de los valores fisiológicos. Se trata de palabras que aparecen constantemente en el discurso de Ortega como intensidad, agresividad, concentración…
Así lo explica él mismo: “Nosotros ponemos los ejercicios, pero la pelota no viene sola. Hay que ir a por ella. Y si viene el oponente con ella, no pasa. Siempre desde la nobleza”.
En cualquier caso, nada de lo anterior tendría sentido si el Atlético no trabajara siguiendo una máxima que uno no sabe ya si la acuñó El Cholo o El ‘Profe’: “El esfuerzo no se negocia”.

Fuente: ivanero9.wordpress.com

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