lunes, 6 de abril de 2015

FACILITA SU INICIACIÓN DEPORTIVA



El deporte es una de las pocas circunstancias de la vida del niño en la que participa intensamente en una actividad que tiene consecuencias para él mismo, sus compañeros, su familia y la propia comunidad.
Para la mayoría de los niños, la participación deportiva llega a un nivel máximo en torno a los 12 años, y, según explican los expertos, esa edad es decisiva para el establecimiento de la autoestima y el desarrollo social.
Por este motivo, la experiencia deportiva puede ser un factor decisivo en la formación de la personalidad y en el desarrollo psicológico de tus hijos.
De ahí la importancia de elaborar programas de educación física segura y psicológicamente saludable para ellos.
 Ahora bien, la práctica del deporte no es algo que beneficie a los niños de manera automática.
El desarrollo del carácter, el liderazgo, la deportividad y las orientaciones de logro no tienen lugar mágicamente por el mero hecho de participar.
Esas ventajas siguen a una supervisión adulta competente a cargo de responsables que comprenden a los niños y saben como estructurar programas que les proporcionen experiencias positivas de aprendizaje. Una supervisión competente (deportiva, médica, psicológica, pedagógica, etc.)
Así pues, si lo que deseas es contribuir eficazmente a que tus hijos se desarrollen como personas a través del deporte, compórtate como un auténtico padre o madre “DE PRIMERA” y no olvides que tienes la responsabilidad de:
Ayudar a tu hijo/a en la elección del deporte que va a practicar a partir de dos principios: cada niño es importante, cada niño es diferente. No obligues a tu hijo/a a practicar un deporte que no desea. Aunque posea la técnica, la destreza y los recursos necesarios para triunfar, si no le orientas, le ayudas y le apoyas, corres el peligro de que no se implique lo suficiente, de que no se esfuerce demasiado, de que no preste atención, en suma, de que se aburra y dificulte el aprendizaje del resto del equipo.
Facilitar la participación deportiva de tu hijo/a colaborando activamente en las diferentes actividades, además  unas instalaciones, un cuerpo técnico, unos servicios, una filosofía y un proyecto que están a la altura de tus mejores deseos y expectativas, por este motivo debes hacer todo lo que esté en tu mano para que tu hijo/a se sienta satisfecho y orgulloso de pertenecer a un Club
Asistir y participar en todos aquellos programas, talleres y charlas que el
Club organiza para orientar a los padres y madres en el tipo de relación que deben mantener con sus hijos como deportistas, sobre todo si quieren lograr que estos disfruten con la práctica de su deporte favorito y lleguen a ser buenos jugadores.
Interesarte por las actividades deportivas de tus hijos.
El hecho de que los niños puedan hablar con los padres de sus experiencias deportivas positivas y negativas constituye una buena prueba del interés paterno por lo que hacen sus hijos.

Cuando los padres saben escuchar y dar buenos consejos, aplauden el esfuerzo y se preocupan más por cómo se lo pasa el niño que por los resultados que obtiene, el apoyo familiar proporciona autoconfianza para intentar nuevos retos.

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